16 de febrero de 2024
Out of Context: Carlos Torrentbó, un maestro del balón y amante del surf

El fútbol no lo es todo. Y en el caso de Carlos Torrentbó, es otra la pasión que cultiva cuando quiere escapar de la monotonía diaria: el surf. El delantero de Kunisports es el protagonista de nuestro último Out of Context (OOC). Un reportaje audiovisual que profundiza en la conexión que Torrentbó siente con el mar, y cómo el contacto con la tabla y las olas le ayuda a evadirse de todo lo demás.
«Me dedico a la asesoría y consultoría en un negocio familiar de más de 35 años… Me tiro muchísimas horas en traje, y no paro de mirar el reloj para salir, coger la furgoneta y practicar surf: es mi gran pasión», explica el antiguo atacante de El Barrio, que lleva más de 12 años surfeando.
Historia de un amor a primera vista
Todo empezó con un viaje universitario a la costa francesa. «Tenía unos amigos que eran fanáticos del surf, y después de los exámenes alquilaron una casa dos semanas en Francia. El primer día, nada más llegar, me hicieron una putada«, recuerda entre risas.

«Me metieron en el agua con olas de más de metro y medio, en una zona de Francia en que el Atlántico pega con mucha fuerza, y me dieron una tabla que era fina como el papel. En resumen, todo lo que no hay que hacer para alguien que es su primer día haciendo surf», asegura el delantero.
El ‘hobby’, convertido en vía de escape
El proceso de aprendizaje no fue fácil. «Ahí me tiré un año en que creo que me pegué 300.000 leches y no cogí ni una ola… Hasta ahora, que hace unos 12 años», recuerda. Desde ese primer contacto con el surf, lo ha practicado siempre que ha podido. Ya es como una especie de terapia. «Lo que te atrapa del surf es la adrenalina que genera cada vez que coges una ola, ya sea pequeña o grande».

«Gracias al surf, he visto mundo. Viajas, conoces culturas, es un deporte en el que estás en contacto con la naturaleza y que puedes compartir con amigos, familia…», remarca Carlos Torrentbó, que quiere subirse a la cresta de las olas hasta que el cuerpo le falle. «Desde el día que mis amigos me hicieron la putada, aquí sigo y espero seguir surfeando durante muchos años». Dicho queda.